sábado, 16 de junio de 2012

Las dos caras de la moneda

enviado el 17/10/06

Aprovechando el aniversario de la dia de la fecha, exaltado por el
traslado de los restos del Gral Peron, y recordando que gracias a el,
que transformó en leyes los proyectos de Alfredo Palacios, los
trabajadores tenemos derechos y privilegios que antes de Perón no se
cumplían.
La otra cara de la moneda, es que Peron fue (aunque la mayoría de los
peronistas no quieran aceptarlo) el creador de la funesta Triple A,
cuyo accionar fué continuado luego por la dictadura militar, con el
exterminio de 30000 argentinos idealistas, que podían haber cambiado
el rumbo de nuestro país.

En el año 1997 el periodista y ex-militante motonero Miguel Bonasso
publica el libro: "El presidente que no fue" - Los archivos secretos
del peronismo (Ed. Planeta).

Allí se hace un raconto de la fallida presidencia de Héctor Cámpora,
un dirigente histórico del peronismo de origen conservador, y los
convulsionados procesos políticos de mediados de la década del 70.


Uno de los pasajes más interesantes remite a la responsabilidad del

General Perón en la conformación de la organización terrorista "Triple

A", cuya inspiración se remonta a una vieja institución paramilitar

española: el Somatén.


(...) "Mao Tsé-Tung y el general Perón son dos figuras que expresan
una misma inquietud y unos mismos anhelos, capaces de cambiar el curso
de la Humanidad", declaró Isabel Martínez en París el 7 de mayo (de
1972), minutos antes de embarcarse acompañada por Daniel (José López
Rega), Norma López Rega y Gloria, la hija mayor de Oscar Bidegain.
Gloria tenía apenas veinte años y su participación en la gira asumía
para la Señora y Daniel un carácter emblemático: junto con "Normita"
representaban a esa "juventud maravillosa" a la que el Brujo veía
"igual, que la China, agrupada en torno a la figura de un conductor".
Su inclusión en la gira había sido decidida un mes antes, cuando la
muchacha viajó a Madrid, acompañando a su padre, el gobernador electo
de la provincia de Buenos Aires. Fueron días primaverales, disfrutados
en el confort del Monte Real (donde también paraba Solano Lima) y
pasando horas en la quinta 17 de Octubre, frente al líder de carne y
hueso, que venía a conocer.
En una de esas tertulias, en las que había algunos extraños que Gloria
no conocía, Perón se volvió hacia Don Oscar y dijo algo extraño, que
la jovencita tardaría años en descifrar.
- Lo que hace falta en Argentina es un "Somatén".
Mucho después, la hija de Bidegain creyó recordar que el Somatén había
sido un cuerpo represivo no oficial probablemente creado por Franco,
que había actuado después de la caída de la República. En realidad el
Somatén es una institución armada de Cataluña que se remonta al siglo
XI, fue reflotada en 1876 por el brigadier Joaquín Mola y los
patricios de Barcelona, y cobró un nuevo impulso en 1923, cuando el
general Primo de Rivera, padre del creador de la Falange, encabezó un
golpe de Estado. En su "Manifiesto al país y el Ejército" decía el
dictador Primo de Rivera:

"Somos el Somatén de la legendaria y honrosa tradición española, y
como él traemos por lema: paz, paz y siempre paz, pero paz digna fuera
y paz fundada en el saludable vigor y en el justo castigo dentro.
Queremos un Somatén reserva y hermano del Ejército...".

La sombra de aquella charla se extendería sobre los cadáveres que la
Alianza Anticomunista Argentina sembraría en los bosques de Ezeiza,
alimentando una sospecha que Gloria no podría confesarse nunca: la
idea de la Triple A no había nacido de la cabeza de López Rega, sino
en la del propio Perón.
¿Por qué el General había exhumado el Somatén ante el padre de Gloria?
Porque estaba bastante confundido respecto de Bidegain. Creía que
seguía siendo un nacionalista de derecha y depositaba en él esperanzas
que luego se irían desvaneciendo. Que tal vez empezaron a desvanecerse
en ese mismo viaje. Merced al candor de una joven de veinte años.

Al comienzo, Isabel fue muy atenta con Gloria y le mandó un regalo al
hotel. Cuando regresó con su padre a la Argentina, recibió un llamado
de Raúl Lastiri diciendo que había un télex del General en Las Bases,
donde la invitaba a viajar con Isabel por Asia. Gloria era chica y
quedó confundida, pero muy contenta. Viajó de regreso a Madrid con
Norma López Rega, que le pareció una chica buena, muy unida con su
padre y tal vez demasiado atada a la imagen paterna, como para casarse
con Lastiri, que era mayor que Daniel. En Madrid estuvieron las dos en
el Monte Real, y luego partieron con Isabel y López a París, donde los
aguardaba Giancarlo Elía Valori. Del cual la hija de Bidegain no tenía
la menor idea. En esos días, la incipiente militante de la JP estaba
leyendo Peronismo y Socialismo, de Juan José Hernández Arregui, y
comenzó a preguntarse quién estaba loco, si el libro o los personajes
funambulescos que tenía por delante.
Aunque era joven e ingenua, pronto descubrió que algo no funcionaba.
Fueron a un restaurante muy lujoso, donde Isabel, López Rega y Valori
comenzaron una charla sobre temas esotéricos.
Gloria pensó que hablaban en joda y se pasó los primeros veinte
minutos riéndose a carcajadas, hasta que la expresión de Isabel le
congeló la risa. A partir de ese momento y aunque no le demostraron
ninguna animosidad, tuvo la intuición de que le habían hecho la cruz.
Cuando regresaron de la gira, que incluyó Corea del Norte y una sonada
entrevista de Isabel con Kim II Sung. Perón le mandó una carta a Don
Oscar diciendo que Gloria era "una chica extraordinaria" y que temía
que Isabelita se la robase para trabajar con ella. Pero Isabel no la
volvió a llamar más.

A la jovencita, López Rega le pareció un tipo sin ninguna cultura,
pero divertido y campechano. En contraste con Isabel, a la que había
que decirle Señora aunque se la conociera desde chica, como Norma. Le
molestó su soberbia, que firmara los telegramas "Isabel", como si
fuera Isabel de Inglaterra. Y más le molestó descubrir que esa
ocultaba una rivalidad personal e histórica insuperable: un día Isabel
leyó en los diarios argentinos que la flamante senadora justicialista
Perla Emilce de Calderoni había jurado "por Dios, por la Patria y por
el recuerdo de Eva Perón", y exclamó, avinagrada: "¿Quién es esa
pelotuda?".
Eran pequeñas revelaciones, señales que Gloria enterró en el
subconsciente, sobre todo mientras recorrían el Asia, pero que se
hicieron dolorosamente evidentes en la intimidad de la quinta, en un
almuerzo con José Campano Martínez, un médico de la vieja guardia
peronista y que a la joven militante de la JP le parecía "un
chupamedias". Que no tardó en hablar a calzón quitado contra Cámpora,
aguijoneado por Isabel y López Rega. Perón, en general, permaneció
callado, pero en algún momento deslizó también un comentario que
Gloria no entendió, pero le pareció negativo. Se quedó mal. Molesta.
Sin poder reconciliar su libro de Hernández Arregui con las sordideces
de la sobremesa.
Ignorando que era observada y que sus reacciones sinceras e ingenuas
tendrían consecuencias en el futuro, Gloria se animó con los
herederos. Una vez Isabel y López Rega dijeron que el ERP lo quería
matar a Perón, y Gloria, despistada, salió a defender a los
guerrilleros. Isabel y López se callaron y anotaron. Unos meses más
tarde esa frase despistada de una chica inocente serviría para decir
que la mujer y la hijas de Oscar Bidegain pertenecían al Ejército
Revolucionario del Pueblo.

En esos días se hallaba en Madrid Carlos Alberto, el hijo menor del
Tío, y Daniel aprovechó su presencia para hacerle llegar al "Estimado
amigo Dr. Héctor Cámpora" "unas líneas fuera de todo protocolo", donde
aceptaba el cargo de ministro de Bienestar Social "con que usted me
honra, al ofrecérmelo por expreso pedido del Sr. General Perón y su
Sra. esposa".
"Quiero manifestarle - agregaba el astrólogo - que, luego de conversar
extensamente sobre el tema con el Jefe del Movimiento, debo aceptarlo
como una contribución más a la disciplina del Movimiento y a la
subordinación al Conductor del mismo. Puede usted tener la amplia
seguridad de mi honestidad y de mi espíritu de colaboración, para que
este gobierno cumpla los objetivos justicialistas por los cuales hemos
luchado durante tantos y largos años. De mi amistad y sinceridad, creo
que usted, tiene pruebas suficientes. De mi honestidad, treinta y tres
años al lado del General Perón y de la querida compañera Evita (o sea,
desde cuatro años antes de que ambos se conocieran) son testimonio de
que ninguna tentación puede ya atraparme. De mi lealtad a la Causa, mi
vida entera habla por mí."
Después pasaba a detallar la extensa lista de colaboradores confiando
- prepotentemente - en que "serían del agrado" de Cámpora por su
"idoneidad y la seguridad de sus ideales peronistas". Como
subsecretario general había colocado a Duilio Brunello, un hombre
cercano a Gelbard, con quien quería estrechar la trenza. El
cardiocirujano Domingo Liotta sería subsecretario de Promoción y
Asistencia Social; el neurocirujano Matera, de Salud Pública; el
ingeniero Celestino Rodrigo, de Seguridad Social, el también ingeniero
Juan Carlos Basile, de Vivienda; el doctor De la Vega tendría a su
cargo el área del Menor y la Familia, y - dato insólito - el teniente
coronel (RE) Jorge Osinde conduciría la inocua "Subsecretaría de
Deportes". Todas estas designaciones eran inapelables, porque surgían
de una conversación "con el jefe y la señora Isabel". Todos habían
aceptado, además. El único a quien podía consultar Cámpora era a
Matera. "Pensamos - decía el Brujo refiriéndose a esa posible
incorporación - que será un interesante acto político".
El ministerio y la fundación Eva Perón permitirían que el nuevo
gobierno justicialista fuera "una verdadera revolución social".
Daniel informaba después que llegaría a Buenos Aires el 24 por la
mañana "para representar oficialmente (a Perón) en la ceremonia de
cambio de gobierno. Su hijo Carlos le explicará los detalles".
Concluía con una clara advertencia: "Le ruego reciba mis deseos de que
todo marche bien y que Dios nos guíe los pasos, para no incurrir en
errores que puedan perjudicar a la Nación".
Unos días más tarde, a su regreso de Madrid, el teniente coronel
Osinde visitó al Presidente electo, para subrayar que había sido
confirmado por el general como Delegado Militar y sugerirle "la
posibilidad de tomar algunos contactos" (con los militares). Cámpora
le advirtió que lo más conveniente era tomar "los menores contactos
posibles", a pesar de lo cual Osinde citó "a un Tte. Cnel. Navarro a
efectos de ofrecerle al Gral. Carcagno, por intermedio de éste, de
quien parece ser muy amigo, la Comandancia en Jefe del Ejército". El
teniente coronel (Antonio Domingo) Navarro, que Cámpora desconocía en
aquel momento, alcanzaría celebridad, nueve meses más tarde, cuando
derrocó al gobernador constitucional de Córdoba, Ricardo Obregón Cano.
El nombre de Carcagno, en cambio, ya le había sido sugerido por Mario
Cámpora, y al Tío le parecía bien, pero había que recabar otras
opiniones - empezando por la de Perón - y no era Osinde el hombre más
idóneo para hacer el ofrecimiento.
"Inmediatamente lo cité - escribió Cámpora a Perón el 16 - y me
manifestó que esa información era inexacta". A pesar de ese dato, el
General aprobó el nombramiento de "Delegado Militar" en Bienestar
Social y le sugirió al Tío que "echara mano de Osinde y algunos otros
jefes que puedan ser de confianza", para resolver el espinoso tema del
comandante en jefe del Ejército (...).
http://somaten.tripod.com/Somaten-Bonasso.pdf

 La historia vuelve a repetirse:


1- El enfrentamiento de hoy en San Vicente, con lo ocurrido en Ezeiza
en 1972 cuando regresó Perón al pais.

2- El señor Carlos Razzetti recibió amenazas, diciendo que le pasará
lo mismo que a Julio Lopez, y a su padre Constantino Razzetti,
aniquilado en 1973 por la funesta Triple A.
Si hay alguien que reivindica los actos de la funesta Triple A, es
porque existe una continuidad de esta.

3- Tampoco nos olvidemos del aparato mafioso "justicialista", que
organizó los saqueos a supermercados y otros boicots para lograr
primero la caída de Alfonsín y luego de Delarua. En la ultima
oportunidad se lo asocia con el duhaldismo.

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